Divagaciones de la amazona

Wonder Woman 

Por Lola Manzo

Esta mañana despertó con la garganta cerrada, una fiebre de 39 grados y dolor de huesos. Levanta el teléfono despacio y llama a la Liga de la Justicia para reportarse enferma. Linterna Verde muy atento se ofreció a calentar la habitación… pero es mayo y hace mucho calor en la Isla.

      Batman como siempre le envía un ramo de flores carísimo y unos chocolates de esos que le gustan al Embajador, pero ni los prueba porque pasar saliva ya es un infierno.

      Para el medio día el mundo ya era un caos, rateros y traficantes, pillos y maleantes desatados por las calles, viejitas sin poder cruzar avenidas ante tanto lío, niños llorones en busca de sus padres; otros, enfermos, perdidos y desolados, tanto alboroto porque parece que sólo ella atiende los llamados del público en general y los demás súper héroes están en reunión con el G7 y con los suizos y con los chinos y con los gringos…

      Las noticias le traen dolores de cabeza frecuentes, la fiebre cedió luego de un baño, pero no estaba preparada para el susto de su vida… es invisible.

      Frente al espejo no logra encontrarse, busca, busca y no se halla!

     Pasado el mal trago –de saliva- comienza a pensar si es la crisis pasajera de la mediana edad o si Diana dejará de ser Wonder Woman para unirse a los 4 Fantásticos y trabajar en equipo.

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