Despedida
Por Luis Ernesto González
Cuatro meses antes de cumplir ocho años. Un texto a la semana. La hormega ha sido para mí una escuela amorosa y exigente. Mis compañeros (más de una decena) en todos estos años han sido también maestros y camaradas de primerísima. Y ustedes, queridos lectores, el puerto de mis botellas al mar. Termina mi participación en el blog, al que deseo salud y larga vida. Nos encontraremos en todos los espacios donde sea posible, donde la existencia dé el trueque justo, tan satisfactorio y necesario. El país se cae a pedazos. La poesía, la literatura, el arte tratan de resarcir el tejido social y ahondar en el alma de cada uno. No dejemos nunca de tender nuestra mano al otro, de compartir nuestra mirada con los demás. Nosotros somos los demás de los demás. Seamos humanos en toda la extensión de la palabra. Me marcho de La hormega con la satisfacción de haberle dado lo mejor de mi esfuerzo. E insisto, ustedes, lectores queridos, son siempre la otra mitad del poema, el gran intérprete de una música muda que sólo en ustedes adquiere la voz final del instrumento. Gracias. Y hasta muy pronto en algún otro lugar.
¡Gracias a todos ustedes por sus comentarios! Los valoro enormemente. ¡Hasta la próxima, en algún otro lugar!
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Gracias, buena suerte y hasta la próxima.
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Por gracia o desgracia las revistas no son eternas ni la participación en ellas y hay momentos en que hay que soltar lo que amamos. Sin embargo, la poesía sigue y seguirá. Gracias por todo el esfuerzo para dar a luz, semana tras semana, este espacio de gratuidad y amistad.
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No será lo mismo sin tu participación con esos hermosos poemas, se te extrañara.
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Yo tengo que agradecerte todo tu esfuerzo por mantener este proyecto y llevarlo a buen puerto de manera amorosa, camina poeta, no dejes de compartirnos algo
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Gracias por compartir tu poesía…pues si, «se hace camino al andar» y ya seguiremos tus huellas mas adelante. Un abrazo.
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No entiendo las razones de tu ausencia, pero seguro voy a extrañar muchísimo tus colaboraciones poéticas que han sido como un oasis en medio de un país (o debo decir de un mundo) decadente que debería estar sediento de belleza y cultura. Gracias y recuerda tus palabras: «Y hasta muy pronto en algún otro lugar».
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Gracias a tu lectura, a tus comentarios, que siempre han sido para mí una brújula. Abrazo enorme.
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Gracias, Maestro, por el gran caudal de belleza, ingenio, agudeza y generosidad que nos has obsequiado en todos estos años. Seguiremos pendientes de tus publicaciones dondequiera que podamos encontrarlas. Gracias, gracias, gracias…
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